
A la miseria le gusta la compañía. También a lo aburrido, lo irrelevante, y lo ordinario. A nadie le gusta la mediocridad. Ser atractivo es ser diferente: ser sobresaliente.
Pero, ser diferente puede dar miedo.
La buena noticia es que existe una manera de derrotar el miedo a ser diferente.
Quizá temas no ser lo suficientemente bueno, no estar preparado, no ver resultados inmediatos.
En primer lugar, tené en cuenta que es normal sentir miedo por las razones mencionadas arriba. La definición más acertada para el miedo a destacar puede encontrarse en el libro “La Guerra del Arte” de Steven Pressfield, denominada Resistencia. Con R mayúscula.
La Resistencia es lo que detiene tu evolución, lo que te impide hacer lo que tenés que hacer para alcanzar el éxito, para alcanzar tu potencial, para ser excepcional.
“La Resistencia te va decir cualquier cosa para evitar que hagas tu trabajo. (…) Si confiás en la palabra de La Resistencia, te merecés cualquier cosa que te pase. La Resistencia siempre miente y siempre dice puras tonterías.”
La Resistencia son las excusas que se hacen para seguir siendo un humano promedio, al inclinarse por una mentalidad cortoplacista. En el corazón de todo cambio valioso hay trabajo duro, pensamiento a largo plazo, disciplina, y compromiso con uno mismo.
Tu Resistencia puede venir de tus propias creencias, o de tu entorno. Una vez que la reconozcas y la ataques con las herramientas y estrategias correctas, puede ser derrotada.
Empieza con vos.
Una vez que te ponés serio y honesto respecto a destacar del promedio, lo único que queda por hacer es seguir adelante. Las mejores herramientas a tu disposición son la disciplina y la paciencia. Ambas se complementan. La disciplina no tiene nada que ver con el castigo, sino con entrenarte para ser consistente. La paciencia es la consecuencia lógica de la disciplina: se trata de disfrutar cada parte de tu viaje mientras superás cada obstáculo, no importa cuán atemorizante pueda ser.
Si tenés una característica física que te haga destacar del resto, podemos complementarla y no esconderla para ser “normal”: lo normal es aburrido, y pasa inadvertido. Si es un rasgo positivo de tu personalidad, vamos a crear un estilismo que te permita expresarlo a través de una presencia fascinante. Si tu apariencia está en línea con tus creencias, la gente tendrá la impresión correcta de vos.
Una vez que tu estilo se vuelve sobresaliente, no sólo vas a ser mejor visto, sino que personas, experiencias, y oportunidades sobresalientes van a estar más cerca de vos y se volverán la norma en tu vida. Porque atraés la energía que transmitís.
Conquistar tu Estilo es, entre otras cosas, conquistar el miedo a sobresalir.
Para alcanzar un cambio importante en tu vida, necesitás propósito y determinación. Es por ello que mi mentoría se enfoca en la mentalidad, no sólamente en indumentaria y estilismo.