Eclipsar a tus seres queridos es un fenómeno que no entendés hasta que lo vivís. Cuando ponés más pasión en la vida que la gente que está en tu vida, es probable que en un punto, comiencen a resentir tu éxito más que apoyarlo.
Si has venido trabajando duro en vos mismo durante años mientras los demás siguen en sus rutinas y zonas cómodas, es probable que los hayas eclipsado.
Una vez que te tomás en serio invertir en vos mismo, vas a ver que la gente comienza a tratarte distinto. Algunos con respeto y admiración, mientras que otros te alienan y/o resienten. Cuando esto último viene de personas cercanas, no va gustarte, pero vamos, es mejor que seguir estancado en donde estabas.
Si progresar está resintiendo tu relación con tu familia y amigos, ésto puede ayudarte:
Sé una inspiración. No seas un militante. Hablar todo el tiempo sobre cómo ha mejorado tu vida va hacer que te veas como representante de una secta o esquema piramidal. Hablá sólamente si te preguntan. Mejor aún, si plantean preguntas específicas como: “¿cómo puedo maquillar mis ojos para no verme cansada? ¿Cómo puedo encontrar ánimo para entrenar después de un día complicado en el trabajo?” Ahí les decís exactamente lo que necesitan, y los inspirás con respeto.
Establecé límites claros. A menudo, vas a necesitar recordarles qué es lo que te importa y hacerles saber quién sos ahora (emocional, física, y mentalmente) y quién ya no sos más. Por ejemplo, una persona consciente, físicamente activa, con curiosidad intelectual, y estilo. Haceles saber a la primera en qué tipo de conversaciones y actividades no vas a participar, como por ejemplo chismes, discotecas, buffets de comida rápida, maratones de series. En otras palabras, renegociá tu relación.
Dejar ir. Quien no apoya tu desarrollo o metas, te hace sentir mal respecto a vos mismo, o trae negatividad a tu vida, tiene que irse. A veces la toxicidad de un vínculo es tan sutil que no notás el daño hasta que han pasado años, y el tiempo es tu recurso más valioso. Para evolucionar, tenés que tener cerca personas que apoyen tus ideas y metas, que quieran lo mejor para vos, y que te hagan sentir energizado cuando te comunicás con ellos.
No comprometas tu crecimiento personal y paz mental por nadie. Los familiares y parejas a veces sienten que tienen el derecho (¡o el deber!) de hacer y decir cualquier cosa porque son “familia” o “una unidad de dos personas”. La única relación que es para toda la vida y hará un impacto notable en tu felicidad es la que tenés con vos mismo. Todo lo que hacés fluye desde esa relación vital.
Seguí esforzándote, aún si en el corto plazo te hace sentir incómodo. A la larga vas a saber que las personas correctas van a respetarte por hacerlo.